GUÍA PARA UNA EDUCACIÓN DESPATRIARCALIZADORA

GUÍA PARA
UNA EDUCACIÓN
DESPATRIARCALIZADORA

La educación en Bolivia tiene varios retos que enfrentar este año. Además de los conocidos desafíos que la pandemia del Covid-19 plantea y la consecuente necesidad de consolidar la recuperación del derecho a la educación, después de la desastrosa clausura del gobierno de facto, está el desafío de la despatriarcalización de la educación.

Siendo el 2022, “año de la Revolución Cultural para la despatriarcalización: por una vida libre de violencia contra las mujeres”, todas las instituciones en Bolivia, principalmente las instituciones públicas, deben asumir este reto.

Para la educación el desafío es más profundo que para otras instituciones. Esto se debe a que la escuela ha sido tradicionalmente vista como una entidad que reproduce roles y valores tradicionales, consiguientemente se ha afianzado como uno de los principales mecanismos mediante los cuales, el patriarcado se propaga hacia las nuevas generaciones.

Sin embargo, es necesario insistir en que la educación, puede jugar un rol revolucionario, en la medida en que, tomando conciencia de su rol reproductor de tradiciones, opta por deshacerse de ellos y procura proyectarse al futuro con nuevos objetivos y funciones. Precisamente de eso se trata. La educación en nuestro país, a partir de la Revolución Educativa, iniciada con la Ley 070 Avelino Siñani-Elizardo Pérez, asume como uno de sus fines y objetivos, la despatriarcalización. A partir de entonces, desde el Ministerio de Educación se vienen desarrollando diversas políticas para erradicar la violencia en el Sistema Educativo Plurinacional, combatir toda forma de discriminación y maltrato, promoviendo la paridad de género en el reconocimiento a los bachilleres destacados y de este modo relevando el rol de la mujer, entre otras medidas despatriarcalizadoras.

En la presente Guía para una Educación Despatriarcalizadora se le presentan a las maestras y maestros de nuestro país una serie de propuestas metodológicas y estrategias curriculares, enmarcadas en el Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo, para implementar una educación que, en lugar de reproducir esquemas de pensamientos tradicionales, promueva la despatriarcalización. La propuesta rebaza, sin embargo, los límites del aula. Nuestro propósito es que las instituciones educativas se transformen para constituirse en promotoras de la despatriarcalización. Por esta razón, las propuestas no sólo van dirigidas a maestras y maestros, sino también a toda la comunidad.

Edgar Pary Chambi

Ministro de Educación